La fina arena blanca de la Playa de Santa María se funde con las aguas turquesas que rodean la Isla de Sal, donde podremos saborear el más puro estilo caboverdiano mientras disfrutamos del relax y la autenticidad que nos ofrece esta isla. Bajo el agua, la gran riqueza de vida atlántica logrará impresionar al buceador. Pecios, cuevas, cavernas y fantásticas formaciones volcánicas son algunas de las posibilidades de inmersión de la zona. Todo ello a profundidades que van desde los 10 a los 50 metros y con la posibilidad de encuentro con varios tipos de tortugas, rayas y morenas así como otras tantas especies típicas del Atlántico en abundancia. La Isla de Sal, en Cabo Verde, se presenta además como el lugar perfecto para realizar excursiones opcionales en 4x4 o ciclomotor, visitando los modestos pueblos que salpican la isla.