La isla de Malapascua, está situada en el extremo más norte de las islas de Cebú, en el Mar de Visayas. Está isla es la perfecta recreación de cómo era Filipinas hace años; playas de arena blanca llenas de cocoteros, rodeadas por un mar de aguas cristalinas repleto de corales y peces de colores, donde los pequeños hogares isleños de palma y bambú se unen con los resort playeros, dando la sensación de estar aislado del mundo y donde disfrutar de la tranquilidad que está isla nos proporciona.
Filipinas es una de las zonas con la mayor biodiversidad marina de la Tierra; donde encontrar desde miles de especies de coral, peces, invertebrados y grandes pelágicos como la manta raya, el tiburón ballena, el tiburón martillo y en especial en Malapascua al tiburón zorro. Este tiburón normalmente habita a grandes profundidades y rara vez es el día que se aventura a subir por encima de los 100 metros. Se caracteriza por su larga aleta caudal que no solo le ayuda a ser un gran nadador sino que es un herramienta a la hora de comer; con un latigazo de su cola, agrupa a pequeños bancos de peces para dejarles aturdidos o medio muertos con un segundo golpe. Esta cola puede llegar a medir el 50% de su tamaño, el cual no suele superar los 6 metros. Nadar con ellos no tiene ningún tipo de peligro, ya que es un tiburón tímido y totalmente inofensivo para los buceadores. Las inmersiones con el tiburón zorro se realizarán al amanecer ya que ellos suben a la superficie en las estaciones de limpieza a esas horas de la mañana; bajarás unos metros por una gran pared hasta un punto en el que encontrarás una cuerda donde los buceadores hincan rodillas y esperan la aparición de este magnífico tiburón. Esta cuerda limita la zona de buceo para no adentrarnos en la zona de confort de los tiburones.